Chile continúa siendo uno de los países de la región de mayor potencial de crecimiento económico.
Para hacer ese crecimiento económico sostenible, ahora más que nunca, en materia de seguridad, se ve la necesidad de apoyar un modelo basado en el conocimiento, la innovación en los servicios y la tecnología con unas expectativas muy positivas para los próximos años y aprovechando ahora su política de seguridad que se encuentra en pleno cambio y adecuación.
Manuel Sánchez Gómez-Merelo
Presidente de Grupo Estudios Técnicos (GET)
Director Europeo de la World Security Federation (WSF)
Director de la Secretaría Iberoamericana de Seguridad (SISEG)
En lo referente al sector de la seguridad, es un país con un interés prioritario, tanto en el ámbito de seguridad pública como privada, donde se están impulsando los desarrollos legislativos necesarios para generar un mercado de valor y oportunidades.
Oportunidades que se han puesto de nuevo de manifiesto con motivo de la celebración de FISEG 2013 (Feria y Seminario Internacional de Seguridad), organizada por Interexpo y la Subsecretaría de Prevención del Delito, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, donde importantes instituciones y actores relacionados con el tema de la seguridad participaron del Seminario Internacional «Seguridad Pública y Seguridad Privada».
Convocatoria en la que han participado, entre otras instituciones la Fundación Paz Ciudadana, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, Carabineros de Chile, la Universidad de Chile y el Banco París de Cencosud.
Todo ello, en un contexto en el que la “inseguridad ciudadana”, el temor a ser víctima de un delito, sigue siendo la principal preocupación de los chilenos porque existe una brecha entre las expectativas de seguridad de los ciudadanos y el nivel de seguridad que perciben y que es capaz de entregarles el Estado y, por tanto, los chilenos vienen incrementando su inversión en seguridad adicional en sus hogares, áreas comerciales y de ocio, etcétera.
En este sentido, se han creado “espacios híbridos” como áreas urbanizadas o recintos cerrados, centros comerciales y supermercados, áreas de ocio y deporte y otros que están incrementando su protección con servicios y sistemas de seguridad propios.
Por eso no resulta extraño que en Chile el total de vigilantes privados sea más del doble que la dotación de Carabineros.
Hasta 1973 no hubo regulación de la Seguridad Privada. Ese año, la ley N° 194 autorizó el uso de vigilantes privados en empresas consideradas importantes para el desarrollo económico del país y estableció un límite para el número de guardias que las compañías podían contratar.
Actualmente, existe una profusión y dispersión de normas que dificultan su conocimiento y aplicación, que no abordan el tema de manera integral, ni se han adecuado a un mercado cada vez más complejo.
Por tanto, son momentos de aprovechar la nueva Estrategia de Seguridad Pública y la nueva institucionalidad anunciada por el Gobierno para diseñar una adecuada política pública en materia de seguridad privada.
Hay la necesidad de una legislación que fomente la expansión del sector, considerando que es un buen complemento para la seguridad pública con el objetivo de brindar una mayor y adecuada seguridad a la población, evitando la tentación de legislar sobre situaciones puntuales en medio de conflictos y bajo la presión de la opinión pública.
En este momento y oportunidad, coincidente con FISEG 2013, se ha celebrado el SEMINARIO INTERNACIONAL SEGURIDAD PÚBLICA Y PRIVADA donde, dentro del marco académico, en diferentes conferencias se debatieron aspectos importantes sobre la situación presente y futura de la Seguridad.
Así, sobre el Modelo de Gobernabilidad Local y
Sustentabilidad Ambiental, Gregory Saville, CEO AlterNation Consulting LLC, realizó una visión del día a día de la vida ciudadana en Estados Unidos y Canadá, redundando sobre la importancia de la arquitectura y la planificación ciudadana.
En el panel sobre Gobernabilidad y gestión sustentable e integrada en la prevención de la violencia e inseguridad en las ciudades, se presentó el Modelo de gestión local de seguridad con participación de la comunidad y organizaciones sociales, donde Miguel Becker, Alcalde de Temuco, expuso los operativos y resultados de este especial modelo de gestión. En Integrando la información disponible: Banco Unificado de Datos, Martha Sepúlveda, Jefa del Departamento de Estudios y Estadísticas, Subsecretaría Prevención del Delito, Ministerio del Interior, disertó sobre la analítica y la operativa de este proyecto. En Prevención basada en evidencia y políticas públicas, Catalina Mertz, Directora Ejecutiva de Fundación Paz Ciudadana, hizo un diagnóstico sobre la delincuencia, el qué se puede hacer y cómo avanzar en las líneas de prevención.
En el panel, Actores, corresponsabilidad y participación social; ciudades para todas y todos, en la conferencia ¿Medición de la delincuencia? Hacia una metodología integrada Público – Privada, Jorge Lee, Presidente de la Comisión de Seguridad Cámara Nacional de Comercio y Turismo, habló sobre la situación de victimización y delincuencia y la necesaria coordinación de la seguridad pública y privada, así como de la importancia de crear un IDP (Índice Delitos País). En Resultados STAD a dos años de su funcionamiento, Enrique Basseletti, Comandante de Carabineros de Chile, expuso el desarrollo del programa y los objetivos de la STAD. En Desafíos metodológicos y políticos en la medición y gestión de políticas de seguridad, Guillermo Holzmann, Past Presidente de ASIS Chile, se refirió especialmente a la amplitud del concepto de seguridad e inseguridad.
En la conferencia inaugural de la segunda jornada, Buenas Prácticas para una Seguridad Privada de Calidad, Manuel Sánchez Gómez-Merelo, Presidente de Grupo Estudios Técnicos España, expuso un análisis detallado del desarrollo de la Seguridad Privada en Europa y España y sus resultados en la implantación de tecnologías y la prestación de servicios de valor añadido.
En el panel, Seguridad Privada para el Desarrollo Sustentable, en la conferencia Impacto de los dispositivos de seguridad en la prevención del robo de hogares y vehículos en Chile, Hugo Soto, Dept. Security and Crime Science University College of London, expuso datos y conclusiones en cuanto a que el desempleo no es una relación causal en el incremento de los delitos. En Estrategias de Patrullaje para Sistemas de Transporte, Fernando Ordóñez, Centro de Análisis y Modelamiento en Seguridad. Universidad de Chile, desarrolló la aplicación del juego “stackelber” en seguridad. Sobre Seguridad Informática, Datos y Protección de Propiedad Intelectual, Eduardo Recabarren Domínguez, Subgerente de Seguridad de la Información y Continuidad de Negocios del Banco Paris, disertó sobre la seguridad informática y los nuevos delitos y fraudes tecnológicos.
En la conferencia, Ley de Seguridad Privada, el diputado Cristian Monckeberg, expuso las líneas y objetivos de la ley aprobada por la Cámara de Diputados, lamentando la falta de representación gremial o asociaciones empresariales como interlocutores sectoriales.
En el panel, Desarrollo y Vivienda Segura, en Nudos críticos en la prevención del delito residencial, Aníbal Ahumada Álvarez, Presidente CGAI -Colegio de Gestión y Administración Inmobiliaria-, se refirió a la importancia de la formación en materia de seguridad para sus asociados. En Certificación para la construcción de viviendas seguras, Alejandra Casanova, Área de Prevención Situacional de la Subsecretaría Prevención del Delito del Ministerio del Interior, redundó sobre la importancia de la planificación y la arquitectura, así como de la certificación de los productos de seguridad. Finalmente, sobre Consolidación de los Grupos Especiales de Bienes Robados (GEBRO), Verónica Vera, Subcomisario de la Policía de Información, hizo una exposición sobre el esquema, operativa y resultados del GEBRO.
Finalmente, también se ha puesto de manifiesto que Chile, al igual que el resto de países de Latinoamérica están en el momento de dar el salto tecnológico y desarrollar un tejido empresarial orientado a las soluciones y servicios de alto valor añadido en materia de seguridad.
En este proceso, sector público y sector privado están llamados a trabajar juntos para conseguir una seguridad integral y única, desarrollando conjuntamente proyectos y consolidando operativos de seguridad que den respaldo a sectores fundamentales, críticos y estratégicos, como las infraestructuras (transporte, comunicaciones, energía, financiera, etc.), que garanticen el funcionamiento de los servicios esenciales de cada país.
Pero nada de esto será posible si no se continúa trabajando para contar con una mano de obra de calidad, de profesionales cualificados, capaces de innovar y, por tanto, de desarrollar nuevas tecnologías que permitan atender las necesidades actuales como modernizar los servicios puestos en valor.
En cualquier caso, cuando se piensa en tecnología y servicios de valor añadido, debe ser un objetivo prioritario pensar de forma global, para actuar de manera local.