Este año ha cambiado de manera radical el entorno de la seguridad, y los parámetros que dan forma de manera continua a nuestras percepciones y pensamientos se están sintiendo especialmente trastocados.
La obligada reducción de la producción, el consumo y el turismo, derivada de la crisis sociosanitaria de la COVID-19, está teniendo terribles consecuencias económicas y sociales. La previsión de paro para España en este año que termina alcanza la cifra más alta de todo el entorno europeo, llegando al 23,2%, lo que casi triplica las estimaciones de la eurozona, pero, no se espera que para 2021 recuperemos mucho más de 6 puntos, lo que representa que tendremos que afrontar un paro doble al previsto para el resto de países de nuestro entorno.
En el ámbito directivo, las cifras hablan por sí solas: el sector privado español ha perdido a 21.900 directores y gerentes, según datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Manuel Sánchez Gómez-Merelo
Consultor Internacional de Seguridad
Reflexiones del nuevo orden, reinicio y reinvención
Estamos ante un cambio de orden mundial. Nada será como antes: ni la forma de relacionarnos ni el entorno en el que lo hagamos. La era post-COVID rompe con la idea ancestral del espacio como punto de encuentro, tanto programado como improvisado, en el que desarrollamos gran parte de nuestra vida laboral y social, pasando a cobrar especial relevancia la cadena de valor que aportan las nuevas interacciones digitales, cada vez más sofisticadas.
Si bien la Cuarta Revolución Industrial y Social ha marchado a caballo de los sistemas inteligentes, estamos asistiendo al alumbramiento de una Quinta Revolución, que vive bajo esa red neuronal, al tiempo que trabaja sin ella, es decir, sin que el espacio, expandido por la codicia de los mercados, y el tiempo, acelerado por las expectativas del propio ciudadano, permitan prever del todo las consecuencias de esa superconexión.
La COVID-19 se ha convertido en el gran desafío del liderazgo presente y futuro. Y este desafío reclama alianzas y sinergias entre los actores clave de la sociedad y de las estructuras productivas y de servicios, que se deben reforzar con innovación y capacitación.
Este es el escenario en el que han de transitar las organizaciones públicas y privadas hoy en día. Las nuevas exigencias y la necesidad de cambios rápidos trastocan los planes estratégicos, y suponen un gran reto para las estructuras más tradicionales. El control sobre el tiempo y los plazos se dificultan, y hay que aprender a manejarse entre la provisionalidad, la temporalidad y la transformación constante, sin perder un minuto de vista la seguridad.
Del mismo modo, la nueva globalización implica una mayor complejidad en la toma de decisiones, se multiplican los afectados y las variables que entran en escena. La interconexión social, política y económica tiene también hoy una realidad diferente, modifica las reglas del juego, abre más frentes de incertidumbre y crea mayor ambigüedad en los procesos y resultados.
En esta era post-COVID-19 tenemos nuevas exigencias en habilidades y retos para la gestión. Necesitamos una nueva visión global, aprendizaje ágil, gestión del cambio, inteligencia emocional, trabajo colaborativo, simplicidad, mayor resiliencia y comunicación constante personalizada.
La seguridad como necesidad básica
Dos palabras parecen tener el protagonismo en todo lo que acontece en los últimos ocho meses en España: incertidumbre y pesimismo, derivadas del desarrollo y consecuencias de la COVID-19 y de las necesarias medidas políticas y sociales.
Actualmente, la seguridad se ha convertido en un tema esencial para todo tipo de organizaciones públicas y privadas y para la sociedad en general, y se centra en la creación de un ambiente propicio y adecuado para la actividad y convivencia libre, sana y pacífica de las personas.
La COVID-19 está cambiando el perfil y la agenda del líder o directivo y, esta es una razón más por la que los profesionales en la gestión del riesgo y la seguridad, han adquirido mayor importancia en todo tipo de organizaciones.
Gracias.